Un joven, simpatizante del Movimiento 15M, se entregó voluntariamente el pasado sábado a la policía nacional y confesó ser el autor de dos atracos a una misma sucursal bancaria de Valencia. Según alegó, cometió estos robos porque necesitaba el dinero, ya que no encontraba trabajo como técnico audiovisual, pero se había dado cuenta que estaba "arrepentido" y prefería que lo metieran en prisión para así poder seguir con sus estudios.

El atracador confeso, de 28 años, reconoció haber asaltado el mismo banco dos veces, una de ellas el pasado mes de mayo y la otra hace apenas unos días, en noviembre. En uno de los robos se llevó un botín de unos 10.000 euros y en el otro en torno a los 4.000 euros. En ambos atracos portaba armas blancas, un machete y un hacha, respectivamente.

El pasado sábado esta persona se presentó en la Jefatura de la policía nacional de Valencia y manifestó a los agentes que quería confesar dos atracos. Los policías se quedaron muy sorprendidos, ya que no es habitual que un atracador se entregue por voluntad propia. Además, el motivo que dio este supuesto atracador de su arrepentimiento espontaneo fue aún más curioso. Según las fuentes consultadas, el joven aseguró que quería que lo metieran preso para así poder seguir sus estudios de técnico audiovisual. Cuando el joven comenzó a dar detalles de los atracos los agentes se percataron de que iba muy en serio y procedieron a su detención por dos delitos de robo con violencia.

El presunto atracador pasó ayer a disposición judicial. Ante el juez volvió a ratificar la versión que dio a la policía. Aunque existen varios atenuantes que hubieran evitado su ingreso en prisión, como el haber confesado los hechos y no haber causado heridos en ninguno de los atracos, el juez ordenó la prisión provisional ante la insistencia del acusado.