miércoles, 7 de diciembre de 2011

¿Qué cámara de vídeo elijo? ¿Mini-Dv, DVD o HDD?

Lo más importante cuando nos planteamos comprar una cámara de vídeo es decidir qué uso le vamos a dar. Dependiendo de ello, decidiremos qué formato es el más apropiado y qué tipo de máquina necesitamos.

En la actualidad existen en el mercado tres tipos de formato: las Mini-Dv, que graban usando una cinta, las videocámaras que graban en DVD y las HDD, que guardan lo grabado en un disco duro.

El Mini-Dv es el más clásico de los tres y actualmente está en desuso, pues funciona con unas cintas que hay que comprar y que tienen el inconveniente de tener que depender de ellas para grabar. Ciertamente la calidad de grabación es alta, pues lo hace en calidad DVD, pero es capaz de almacenar tan sólo una hora de grabación en función SP (quiere decir, en duración real, pues algunas cámaras tienen la opción EP, larga duración, lo que quiere decir que grabamos más minutos en la misma cinta pero la calidad es un tanto menor). Tiene un inconveniente: cuando queremos pasar lo grabado en la cinta al ordenador para su posterior edición, hay que hacerlo a tiempo real, y eso ralentiza la operación.

El DVD graba con una calidad superior al Mini-Dv, pues mientras este graba a 520 líneas, el DVD lo hace a 540 líneas. En este formato podemos grabar media hora en calidad alta y 60 minutos en calidad inferior y lo grabado queda registrado en un disco DVD. Tiene varios inconvenientes: el precio de cada disco es superior al de las cintas Mini-Dv y para editar lo grabado precisamos de software especial, aunque suele venir con la cámara al adquirirlas. Además, en los discos DVD no es posible volver a grabar, mientras que en las cintas sí podemos volver a grabar sobre lo anterior. Por último, el precio de las cámaras es más alto que el de las de Mini-Dv.

Las cámaras HDD presentan varias ventajas sobre los dos anteriores formatos. Por un lado, la calidad es muy alta. Además, lo grabado queda registrado en un disco duro que porta la cámara, con lo cual podemos volver a grabar tantas veces como deseemos, además de no necesitar comprar ni cinta ni disco para compilar lo que grabamos. Por si esto fuera poco, nos aportan la ventaja de poder grabar varias horas y a la hora de pasar lo grabado al ordenador la operación es tan sencilla como copiar y pegar, como si se tratase de una cámara de fotos digital, con lo que ganamos en rapidez y comodidad.




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